sábado, 26 de abril de 2014

Luis Plaza recalca el verdadero sentido de la palabra hermandad, dejándolo reflejado en su pregón


El pregonero de Semana Santa, Don Luis Plaza, nos dedicó unas amables palabras tras su excelentísimo pregón realizado el pasado 4 de abril en la Parroquia del Rosario. Principalmente versamos sobre el sentido de hermandad, como dejó reflejado en las palabras de su pregón:

- ¿Te has sentido nervioso pronunciando este pregón?
Un poco. Más que nervioso, la verdad que es una vivencia que a mi me agrada y yo quería hablar sobre el Evangelio, porque la Semana Santa está basada en el Evangelio, y si no se basa en el Evangelio no sirve. Entonces, son sentimientos muy hondos ante tanta gente. Al principio, aparentemente estaba tranquilo, pero poco a poco te vas metiendo en la forma de decirlo y te pones un poco nervioso y te emocionas.

- Al finalizarlo ¿Cómo piensa que lo ha visto el público?
Creo que, en cierto modo, he conseguido un poco lo que yo pretendía, que era transmitir el sentido del Evangelio y relacionarlo con hermandades y cofradías, que a veces creo que con el devenir de las cosas y demás pues nos vamos alejando un poquito, nos vamos fijando en lo externo y nos olvidamos de verdad de lo que significan esas hermandades.

- Recalco la frase que has pronunciado: "hay que hacer hermandad, no cofradía". ¿Nos podrías decir algún apunte más sobre esta frase?
No es que diga que no hay que hacer cofradía, digo que realmente hermandad y cofradía es lo mismo, pero el hecho es que, desgraciadamente, a veces confundimos lo que es la cofradía, o mejor dicho nos olvidamos de lo que es la hermandad y nos quedamos solo en la cofradía. Cuando yo digo "cofradía" me refiero a lo externo, un poco a la fachada, a preparar tronos, procesiones... todo eso que da una imagen que, bueno bien, da una imagen buena, pero que tiene que estar fundamentada y tiene que tener una vivencia más profunda porque si no volvemos a lo mismo, nos limitamos a representar una obra de teatro.

- Como se dice en boletín con el escrito del pregón, no ha mencionado directamente a las hermandades de la ciudad. ¿Piensas que se han visto reconocidas en dicho pregón?
Espero que se hayan visto reconocidas en el pregón. Primero porque en diversos momentos del pregón, a lo mejor no lo he recalcado todo lo suficiente, pero va relatada la vida y la pasión de Cristo y con ello están reflejadas todas las advocaciones que salen en procesión en la Semana Santa de Fuengirola. Empezamos por Jesús Cautivo, yo no he hablado del Cautivo concretamente, pero todo el mundo entiende que hablas de él, de sus manos atadas, donde cada uno ponemos nuestros sentimientos, hablas de Jesús atado a la columna, después viene la Pasión, Jesús con la Cruz a cuestas, ese Nazareno de la Hermandad de Pasión, y ya es su camino hacia el Calvario, donde lo crucifican, y tienes por ejemplo al trono de Los Dolores con San Juan: "Madre, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre". Tienes la Amargura de sentir que ese hijo tuyo está clavado en la Cruz, la Soledad de la madre que ha muerto su hijo, la Esperanza de saber que eso no es el fin, que hay otras cosas, que sigue... tienes la Resurrección. Yo he querido poner punto y final con las palabras de Jesús: "Cuantas veces hagáis eso con uno de mis hermanos menores, conmigo lo hacéis". La Resurrección es muy bonita, pero la Resurrección la tenemos aquí, la vida la tenemos aquí. Si nos quedamos en que ya tenemos la vida, ya tenemos la resurrección, que bonito todo, pero la vida sigue y el Evangelio sigue y hay que vivirlo cada día, y hay que vivirlo precisamente en los hermanos.

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